El libro “Miralejos”, editado por De la Comarca, fue seleccionado por el voto popular para que su nombre sea instaurado en la biblioteca de una escuela secundaria de Ramallo. Bibliotecarias de la Escuela Media N° 2 Guillermo Leloir trabajaron sobre la obra durante dos años, promoviendo su lectura, organizando talleres, convocando en reiteradas oportunidades a su autor, Elvio Zanazzi, integrando diversas ramas del arte, como la literatura, el teatro, la fotografía y la plástica y realizando conversatorios sobre el rasgo identitario de Miralejos. 

El personaje tiene su raíz en la zona isleña de Ramallo, el río Paraná, y la ciudad misma en la que se desarrollan las historias de un hombre que tiene visiones y las comparte con un joven estudiante que lo entrevista. El contexto resume una vida común cercana a tantas otras vidas de ramallenses que viven en relación directa con el paisaje que los rodea, aunque ese paisaje no siempre prevalece como un concepto de belleza natural sino que conlleva tensiones, injusticias, realidades que muchas veces permanecen ocultas como si las tapara el río.

El corolario del profundo trabajo realizado desde la escuela fue la propuesta de asignar su nombre, Miralejos, a la biblioteca del colegio. Antes, se recibieron otras propuestas, las que fueron sometidas a un acto democrático que implicó la colocación de urnas de votación en el interior de la escuela y la publicación en redes sociales de la elección, en las que cualquier persona podía emitir su voto.

Las propuestas fueron cuatro: Julio Cortazar, Juana Manuela Gorriti, Mafalda y Miralejos, obteniendo la obra de Elvio Zanazzi la mayoría de los votos. No sabemos si hay antecedentes similares promocionados desde una establecimiento de educación valorando una obra que relaciona a su comunidad con un personaje que los identifica. Aquí se puso en valor un trabajo, una historia, un contexto socio cultural que unió realidades y emociones comunes. El viernes 3 de noviembre, a las 18:30 horas, se realizará el acto de imposición de nombre. Nos enorgullece y lo agradecemos, Miralejos trasciende y permanece en una escuela.

¿Qué más se puede querer?