No somos complices de la mentira

La situación abierta por la Intervención del Instituto Nacional de Estadística y Censos en 2007 ha dado lugar, por un
lado, a una crisis sin precedentes del sistema estadístico
nacional y, por otro, a un consenso general sobre el deterioro de la calidad de la información producida desde entonces. Ese acuerdo es tan universal que alcanza hasta a las
propias reparticiones oficiales, que, en la medida de lo posible, prescinden de los datos del INDEC.
En el marco de una desconfianza tan uniforme, muchos
aspectos puntualmente criticables de esa producción de
datos se diluyen o difuminan, por lo que resulta conveniente y necesario hacer el esfuerzo de investigar el grado de
manipulación en algunos programas específicos.
Desde hace siete años en el INDEC se impusieron progresivamente barreras a la discusión técnica sobre criterios y
procedimientos para la producción de información estadística, así como restricciones de acceso a información elemental –que debiera ser pública– llegando al encriptamiento o
tabicación del proceso de trabajo en sí mismo.
La Comisión Técnica de ATE-INDEC, conformada por trabajadores con sólida formación y experiencia, ya que han
formado parte durante años de distintas áreas sustantivas del
INDEC, respondiendo a la necesidad de comprender y difundir públicamente lo que venía sucediendo en el principal
organismo estadístico del país, se abocó a someter a análisis
la producción de datos desde el primer año de lucha contra
la Intervención. Su exhaustivo conocimiento de las técnicas
y procedimientos aplicables en cada caso, ha sido central
para correr el velo del “secreto” impuesto por los interventores y desnudar las falencias de la actual producción de datos.
La presente publicación implica que los trabajadores del
INDEC que enfrentaron a la Intervención durante siete años
siguen convocando a recuperar las estadísticas públicas. No
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las dan por muertas y enterradas bajo una montaña de descrédito. El INDEC no debe ser abandonado a una suerte de
sentido común que lo ubica hoy entre las cosas meramente
inútiles y lo identifica como un ícono de la mentira.
El INDEC puede y debe ser recuperado como fuente de
datos absolutamente necesarios para conocer la realidad
económica, social y demográfica de nuestro país y exigir
políticas acordes a las necesidades del pueblo.
El presente trabajo surge de esa insistencia en la necesidad de poner fin a la “Estadística narrativa” para, sencillamente, devolverle a la población un servicio por el que
paga.
Los seis capítulos en los que se divide el presente trabajo
corresponden a varias áreas de actividad del Instituto. En
ellos, el lector encontrará, junto a la presentación, evaluación y crítica de la producción estadística correspondiente a
cada temática, la ineludible referencia a la historia de los
procedimientos a través de los cuales la Intervención modificó radicalmente las pautas y el ambiente de trabajo en el
INDEC.
Junta Interna ATE-INDEC